domingo, 11 de octubre de 2009

tarea poesia

Miguel Angel Lopez Peña
Region Coatzacoalcos
Modulo Poesia
Tutor : Mtro. Fernandez Granados.
e-mail: lopema59@hotmail.com
TAREA DE POESIA

"un cubo sin la base y el cielo"

A RAFAEL ALBERTI.
"Temerosos de lazos y palabras dulces..."

IMAGEN 1.1
Y somos como cuentas engarzadas
Por un hilo de plata que nos une
Y se adorna de sueños que terminan junto con la noche
Para iniciar al alba.
Así extiendo palabras para alcanzar tu pecho
Así entiendo que dices cuando callas
Y escucho uno a uno como surgen
Como golpeando el muro de la vida:
Yo, el, ellos, nosotros, quienes formamos ronda en tu Universo
Que se vuelve pequeño e infinito
Conforme pasa el tiempo.
Y el velo de la noche nos hermana.

IMAGEN 1.2 "San Rafael plumado, a la cantina..."
RAFAEL ALBERTI.
Cuanto trabajo cuesta el equilibrio
Sobre un hilo del que pende la vida
Ese imán bipolar que nos arriva
Un rato al llano y otro al precipicio.
"vaivén" se llama el bar donde he estado contigo
Y al salir vuelvo sobre mis pasos
Vuelo sobre los tuyos
Me descalzo de todo
Pero eres tan ligera como ala
Que no puedo alcanzarte
Donde veo que te posas
Tienes la piel de pluma.
Pero eres muy ojona para paloma.

IMAGEN 1.3 "No aquel que barre cielos sin defensas..."
RAFAEL ALBERTI.
Se habita de fantasmas la noche
Yo no los he invitado pero acuden
A celebrar conmigo el plenilunio
Donde todo se inunda de reflejos
Pasan las nubes blancas que hacen juego
Con vestimentas viejas, de recuerdos.
Y donde es que se alojan?
Y como se alimentan?
Alguien puede decirme de que pie es que cojean?
Para dejarlos solos con su fiesta
Mientras salgo un momento
A recorrer la cuadra, sin pensarlo 2 veces.

IMAGEN 1.4 "Que de mi corazón, que ya ni brinca..."
RAFAEL ALBERTI
He contado uno a uno mil segundos
Desde que te saliste de mi vida
Y apenas has doblado la esquina
Y ya he llamado a todas
Para que nadie diga que estoy fuera
Soledad y Esperanza fueron primeras
Creo que hasta se chocaron contigo
Después llego Tristeza y Melancolía
Pero a quien mas festejo es a Ovidio.

IMAGEN 2 "Nunca escribió su sombra, la figura de un hombre..."
RAFAEL ALBERTI
Puedo seguir de frente
Como hasta ahora
Para decir al tiempo y al espacio
Que ya somos lo mismo
Y que siempre hemos sido
Puedo mirar de frente
A todo el Universo
Para hablar de tu a tu
Con toditos los hechos
Que para al fin y al cabo
Viene siendo igual
Pero lo que no acepto sobre mi frente
Es el símbolo de tu maldad.

IMAGEN 3 "Te invito, sombra, al aire..."
RAFAEL ALBERTI
Yo soy la Prostituta, que masticando un chicle, y sin ninguna prisa, va quedando desnuda; previo pago de un par de billetes verdes o azules o amarillos. La que abre las piernas sudorosas y marchitas a fuerza de tanta magullada. Quien camina despacio y cadenciosa, por sobre las baldosas, antes de acostarse un rato sobre ese viejo catre sucio y maloliente. Pero también soy la mujer dulce y honrada, que sale cada mañana con su hijo de la mano para después dejarlo en la guardería y enseguida rezar un padre nuestro, si Dios se lo permite, antes de enfilar al trabajo. La mujer que sufre apretujones en el transporte publico. La que invoca hacia el cielo para que ahora si alcancen los centavos para tejer los sueños que la mantienen viva.
Estoy parada a la mitad del surco, soy la que vierte la semilla sobre la madre tierra; aquella a quien me le parezco; la que parirá un hijo, o dos, o los que Dios quiera, que para eso vine a este mundo, y que auxiliada por ella; la partera; la que nos hace venir a llorar a su choza por primera vez, y después una vez mas, y otra, y otra, y así hasta el momento del adiós. Soy el polvo blanco, que inunda el orificio que previamente eligió el adolescente para drogarse. Soy el político corrupto, que se embolsa el billete de los pobres, de los ricos, y de quien se deje. Soy el empresario, que se siente magnánimo porque creo varios empleos; pero que no se acuerda que dejo de pagar el seguro social y el aguinaldo, con lo que se convierte en cómplice de la muerte, por alguna enfermedad curable, y además impidió que los reyes magos visitaran al niño; que también soy; y elevo una cometa al cielo con un pedido de regalo, que nunca llegara a este mundo donde somos todo y a veces nada, pero aun nos contiene.


IMAGEN 4 "Que las almas podían ruborizarse de sus cuerpos..."
RAFAEL ALBERTI.

Cuando inclino mi voz
Que sea para alcanzarte
Y tu llanto no impida que me escuches
Para secar tus lagrimas una a una
Y guardarlas en mi pecho adentro
Como un negro recuerdo del silencio
Que ocasionan las nubes en tu alma
Levanta tu mirada
Con esa luz que ilumina la tarde
Que nada te lastime
Aunque el mundo te voltee la espalda
Piensa que somos todo y nada.

sábado, 10 de octubre de 2009

LucinaGonzalez21t1

Lucina Gonzalez Facundo
Regiòn Coatzacoalcos
Mòdulo 2 - Poesìa.
Tutor: Mtro. Fernàndez Granados



1)
SELVA DE CEMENTO
Era de fuego, sequedad, hambruna
Rayos laser, electrónica pura: Muerte
Comunicación universal sin sentido
Química, naturaleza inexistente

Construcciones enormes, ahogan

Ruido enervante, asfixia, mata
Cansancio, rutina, fastidio
Y, a cada paso edificios, selva de cemento.

2)
PODER

Impío, sin ser Dios.
Maltratas, humillas por soberanía
Yacimientos ricos malbaratados
Impulsas enfermedades por rapiña

Policía y ejército es tu fuerza
Dignidad al anciano por los afores
La máquina sustituye al hombre,
Ocio, ignorancia, pérdida nacional.


3)

SENECTUD
La hiel amarga la boca,
Las marcas del tiempo reflejadas están
Fuerza de trabajo en oficinas
Sueldo miserables, sin afores

Subsistencia difícil hoy en día
El honor, del decoro pisoteados
Impuestos a pagar… ¿como?
Tormento en el alma, un castigo

Regresar a cronos, imposible
Aprovechar cada instante que se vive
Entender al ser cuestión incompresible,
Como prueba de dolor, un dios universal.

LucinaGonzalez31t1

Lucina Gonzalez Facundo
Regiòn Coatzacoalcos
Modulo 3 - Novela
Tutor: Mtro. Rene Dàvila Fabila
¿A DONDE SE FUE CARNE CRUDA?


¡Carne cruda! … ¡carne cruda!, ¡Carne crudaaaa!, gritaba alegre la chiquillería, al mismo tiempo que corría en tropel, detrás de un joven de escasos 16 años, de ojos grandes y asustadizos, complexión delgada, estatura regular, tez morena; cabeza arrape cuyos cabellos largos, negros y ensortijados habían sido cortados por alguna mano piadosa. Un pantalón corto sustituyo al taparrabos con que cubrió en un principio su desnudo cuerpo; sus pies descalzos acostumbrados a la intemperie no sentían la dureza del pavimento, que en regiones tropicales como Minatitlán – en los meses de abril, mayo, junio – están candentes no obstante, carne cruda solía correr como un gamo para esconderse en algún patio baldío o en el porto de alguna casa, huyendo del acoso de los pequeños y de los adultos.

Su refugio mas seguro estaba en los arboles. Dormía en despoblado y se disputaba su alimento con los animales. Siempre merodeaba como los canes por el mercado Hidalgo y, era la diversión de los tablajeros que le arrojaban a los pies trozos de carne. Se abalanzaba sobre ella y peleaba como los perros por su presa. Un gruñido constituía su grito de victoria y luego huía para devorar en un rincón la carne cruda o roer el hueso obtenido en la lucha con los animales.

Todo el tiempo andaba corriendo por las calles pero su lugar preferido era el mercado, por que ahí conseguía su alimento. Bebía agua del rio Coatzacoalcos y hacia uso de sus manos para tomarla, entonces el agua de los ríos no estaba contaminada. Y era dulce, deliciosa. Los alimentos elaborados no le gustaban y lo único que logro beber con deleite fue el refresco Súper Jara que se fabricaba en Minatitlán, pero es un producto que desapareció del mercado por la enorme competencia de nuevas marcas de refresco.

Nadie supo – que los habitantes de Minatitlán – el nombre de pila de carne cruda, sobre el se tejieron varias historias, entre ellas, que fue encontrado por unos exploradores en una región chiapaneca cerca de las riveras del rio Grijalva. La extraña conducta de carne cruda que vivio como el legendario y mitológico tàrzan, con los animales salvajes y como Robinson Crusoe en la soledad interna de su yo, sin nadie con quien comunicarse en la inmensidad de la selva. Pudieron haber sido estas las causas de la perdida del habla y la memoria que lo convirtió en un salvaje, motivos en los que se basaron algunas personas para investigar el nombre de una institución que se hiciera cargo de carne cruda, ese joven que después de ser rescatado por los exploradores de la selva lacandona fue abandonado en las playas de Coatzacoalcos y dejado a su suerte en las inmediaciones de Minatitlán.

Un día ya no le dio mas ¿Qué camino tomo carne cruda? ¿Fue a parar al instituto de investigaciones científicas de un grupo germano? ¿Encontró a sus familiares?; nunca se supo cual fue su destino, lo único que se advirtió en el mercado Hidalgo que los tablajeros no tenían su diversión y los chiquillos a nadie a quien gritarle y corretear.

El asunto de carne cruda es hasta ahora un misterio, aun cuando hay una versión de que vive aun, en el puerto de Veracruz, se dice perteneciente a una destacada familia y, recupero su habla y sus facultades de comunicación, pero mientras tanto, quienes ignoran su paradero se preguntan, ¿donde se fue carne cruda?. Solo Dios lo sabe: ¡carne cruda!, ¡carne crudaaa!, donde estas…

jueves, 23 de julio de 2009

lourdesmarin31t2

NOMBRE ALUMNO: MARIA DE LOURDES MARIN RAMÍREZ
COATZACOALCOS, VER.
MODULO: CUENTO
TUTOR: MONICA LAVIN
FECHA: 24-06-09
MI E-MEIL: abao_lmarin&prodigy.net.mx

Lourdes marin31t2

CONVERSACIÓN EQUIVOCADA

¡Si la fotografía es mía!...Estaba harta de todo, quise huir de la monotonía del tiempo, de las plagas sociales, de esa boruca hueca que conforma el “queda bien”. Me fui a refugiar a ese lugar apacible, a escuchar historias sin importancia con alguien que apenas acababa de conocer; durante un buen rato disfruté de la gente, del estridente sonido de la puerta abatible y del triste acordeón que tocaba un ciego en el rincón de aquel viejo café.

Nunca supuse que esa dama que contaba historias, vaciando su mirada sobre la lisa superficie de la mesa, pudiera ser un personaje tan buscado. Me senté frente a ella para tener compañía. El sol vespertino me devolvió el calor que había perdido desde aquel día que tomé la decisión de venir buscando empleo. Jamás imaginé que mi cordura estaría en tela de juicio después que nos trajeron a este sitio.

El grupo de médicos dialogó concentrado en el asunto, observando constantemente a las dos mujeres. A manera de conclusión, un médico canoso de evidente autoridad volvió a mirar el retrato, movió la cabeza de un lado a otro, hizo una señal a cuatro corpulentos hombres vestidos de blanco y se las llevaron hasta una puerta. La compañera iba cantando sin preocupación una bella melodía parisina; Lizet en cambio, gritaba desesperada y ansiosa...¡créanme que digo la verdad...no estoy loca!, ¡sólo quería distraerme un poco!, ¡me asfixiaba con esos desgraciados que abusan de la gente!...¡sáquenme de aquí!. Un guardia se encargó de cerrar, amarrar una gruesa cadena entre las rejas y asegurar con un candado la prisión que Lizet había elegido inconscientemente.

Adentro...mucha algarabía por el regreso de la supuesta Edith Piaf...Afuera ...un austero letrero que decía: “El Arca...Comunidad de Trosly”...

Fue ensordecedor el crujir de la reja que convertía a Lizet en rehén del destino. Con una sensación de impotencia y desesperación recordó a su madre cuando la acostaba, el terror que se apoderaba de ella y ese intento agotador para zafarse de las sábanas.

Cuando la llevaban a su celda celda observó a los internos con sus camisas de fuerza y la angustia infantil otra vez la invadió. La esclavitud le maquilló el rostro y un prurito de conformismo la obligó a arrastrar los pies. El instinto de supervivencia puso en su mente, aquel cuadro del “Regreso del Hijo Pródigo”, colgado en la estancia principal que estuvo admirando mientras recibía el insospechado diagnóstico.

Nada pudo cambiar la decisión, su vida giraría a expensas de la injusticia, cada paso de los custodios golpeaba sus oídos, ella simplemente se dejaba llevar por la inercia de su desgracia. Por fin, en su habitación miró la escueta ventana que en lo alto absorbía un poco del sol vespertino. El ruido del cerrojo la ubicó en la realidad, los enfermeros salieron dejando a Lizet en su nueva morada; cuatro frías paredes, una garganta inútil, su pecho vacío y sus extremidades flácidas e impotentes. Durmió el resto de la tarde. Por la noche despertó descubriendo ruidos que jamás imaginó escuchar y dando la bienvenida al insomnio, que a partir de entonces, sería su compañero.

Por la mañana el bullicio era incontenible. Salvo las blancas batas del personal todo lo demás era variado en forma y colorido; los medicamentos, las personas, los comportamientos, las decisiones, las miradas. Lizet se pasó los primeros días rumiando su pena; poco a poco el elixir del dolor la fue robusteciendo y sus sentidos se aguzaron de manera sorprendente.

Un día Lizet no escuchó los diez golpecillos que deba en la pared a manera de saludo su amigo “el matemático”, de inmediato se asomó a la habitación contigua y lo vio tirado en el suelo con la piel ceniza; antes de reportar la tragedia tomó por debajo de las rejas el legajo que el hombre siempre cargaba y lo escondió en la frazada de su cama. Esa noche, con la escasa luz de la luna revisó el tesoro del vecino. Encontró varias servilletas de papel plagadas de números, ecuaciones, cálculos, proyectos, planos, notas musicales y una envoltura de cigarros escrita por ambos lados con diminutas letras que a simple vista era imposible leer.

El tiempo transcurrió y los años favorecieron a Lizet. El saber escuchar la había llevado hasta ahí, de la misma manera ella saldría. Todos querían conversar con ella, los conscientes y los inconscientes; a veces era la “interna de confianza” y otras la “enfermera en turno” fue sondeando el terreno y ganando simpatías. Favorecida por ciertas canonjías podría salir continuamente y disfrutar de Rembrant. Ese cuadro era una promesa de vida, de comprensión, de esperanza...nada mejor le pudo haber pasado que llegar a ese lugar donde además, tenía esa maravillosa ventana que le suministraba un poco de sol, un poco de estrellas, un poco de lluvia, un poco de calor, un poco de frío... pero sobre todo una libertad plena, porque su mente volaba en esas noches de insomnio y siempre terminaba exhausta y satisfecha en su ejercicio de contemplación.

Una madrugada, absorta en sus placeres, la asfixia la obligó a incorporarse y tosiendo se percató del incendió que estaba devorando el edificio, encerrada en su celda le fue imposible salir, quizás también sus gritos se perdieron entre las llamaradas que la calcinaron.

Nadie reclamó el cuerpo de Lizet, no hubo sobrevivientes, el incendio terminó con todo, borró en un instante la plausible labor de “El Arca” . Después de muchas horas se encontraron algunos elementos que asombrosamente no fueron consumidos por el fuego...el cuadro “El Regreso del Hijo Prodigo” y una pequeña envoltura de cigarros que contenía información precisa sobre el siniestro, escrita de manera erudita, casi imperceptible, por alguien que planeaba realizarlo precisamente ese día.


MARIA DE LOURDES MARIN RAMÍREZ....
22-06-09 COATZACOALCOS, VER.

Amor platónico o perspectiva?

Recibir seis textos para lectura, enterarse al inicio de la clase que sólo dos hacían falta, y terminar escuchando durante media sesión un cuento diferente, fue algo muy desconcertante durante la clase de ayer miércoles.

Cuál fué el modelo que el instructor quiso presentar durante la tercer clase? queda en suspenso. Las dos primeras sesiones claramante fueron desarrolladas en esa dirección: analizar una forma de hacer un cuento bajo diferentes estructuras. Esta vez nos enteramos al final, cuando se encargó la tarea, que el objetivo había sido mostrar cómo un cuento puede desarrollarse según narradores que ofrecen diferentes perspectivas, aunque reconozco que sí se mencionó tal tema durante la primera parte de la clase. Sin embargo, la lectura de un texto tan largo (nada más antipedagógico), distrajo la atención sobre el tema central (creo), y nos llevó por derroteros de alabanza al autor de un cuento sin saber con claridad el objetivo del maestro (no del narrador, eso lo aclaró muy bien), quizá fue el tema de perseguidor y perseguido, como en El Hombre de Rulfo, y de ahí infiero que cambiaba el narrador, luego entonces la perspectiva, pero a lo que se hacía énfasis era al amor platónico. Por otro lado, es curioso que una persona como el maestro, quien en textos de 12 líneas ha sido capaz de encontrar 12 defectos (muy atinadamente), no haya encontrado una sola falla en un texto tan largo, insisto.


Lilia Ramírez

miércoles, 22 de julio de 2009

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Nombre: Antonia Patricia Moreno Cuervo
Región: Poza Rica
Módulo: 1Cuento
Tutor: Mónica Lavín.
e-mail:alvaradocuervo@prodigy.net.mx

“PESADILLA”.


Desde hacía poco asechaba a la doctora la misma pesadilla de un asalto violento y bien planeado. Soñaba que a altas horas de la noche, al terminar su jornada de trabajo iba manejando su viejo auto sobre la húmeda y desolada carretera anhelando llegar a casa a descansar , cuando entonces a mitad del trayecto, cerca de donde estaban las ruinas de una casa abandonada a la orilla del camino, saliendo de una curva pronunciada, bajo la tenue luz del único poste de alumbrado en ese sitio, veía a una mujer joven con un bebé en brazos enredado en una cobijita azul. La mujer le hacía desesperadamente señales de que se detuviera agitando el niño para que parase y siendo ella médico comprendía la desesperación tan grande de una madre al tener a un hijo enfermo en altas horas de la noche lejos del poblado en donde obtener ayuda, pero iba sola y dudaba detenerse; sin embargo, el grito desgarrador de la madre pidiendo socorro fue suficiente razón para frenar y dar reversa para auxiliar a la criatura. Se estacionó sobre la cuneta y de inmediato asió su maletín para consultar al bebé; bajó del vehículo sin apagar las luces. Aún lloviznaba, el olor de la tierra mojada se acentuaba con el frío. Al acercarse a la mujer, y destapar el niño se daba cuenta que en realidad era un muñeco de plástico del tamaño de un bebé recién nacido; quiso forcejear con la mujer pero el terror la paralizaba; por allá caía el muñeco y entonces de entre los matorrales salía un hombre que había estado escondido portando un cuchillo entre las manos para quitarle su dinero y el carro. Él le hundía el arma con inaudita saña varias veces hasta dejarla tirada agonizante en un charco de sangre; el sabor salado de la sangre que salía por borbotones hizo a la mente quedar en blanco unos instantes al sentir que su vida se extinguía entre el croar de las ranas clamando por la lluvia, y el sonido de la pertinaz llovizna que caía; entonces despertaba sudorosa, con el pulso acelerado y el corazón queriendo salírsele del pecho. Una y otra vez se repetía este sueño perturbador hasta que optó por ignorarlo tomando sedantes para volver a la tranquilidad rutinaria y de nuevo caer rendida después de su jornada de trabajo pasando las once de la noche, habiendo manejado 30 kilómetros de carretera hasta la alejada unidad habitacional donde tenía su casa. Le costó trabajo olvidar la pesadilla.
Pasaron los años.
Las lluvias de Agosto llegaron con frío; manejar a casa en esas condiciones resultaba una odisea. A mitad del camino, saliendo de la curva pronunciada, antes de la casa abandonada, alumbrada por la tenue luz del único poste del camino, con el parabrisas puesto por la llovizna que caía, a media carretera una mujer hacía desesperadas señas agitando una criatura enredada en una cobijita azul pidiendo ayuda entre la soledad de la noche; su impulso fue detener el auto para ayudarla consultando al niño….Cuando recordó el sueño y ¡Lejos de enfrenar aceleró!, haciendo que brincara la mujer cuando casi la atropella; cayó el bebé de las manos de su madre. Por el espejo retrovisor alcanzó a ver que en realidad era un muñeco; al distraerse volcó el coche. Por un momento todo se volvió silencio que pronto apagó el croar de las ranas clamando por la lluvia, y el sonido de la pertinaz llovizna que caía.

martes, 21 de julio de 2009

liliaramirez51Tfinalb

Lilia Ramírez
Región Orizaba
Módulo 1 - Cuento
Tutor: Mónica Lavín
Mi e-mail: en_canto
@hotmail.com

Queridos amigos, les comparto la parte b, del trabajo final. Me gustaría mucho recibir sus opiniones, similitudes y diferencias sobre lo que ustedes analizaron.

Análisis del cuento continuidad de los parques
El suceso
En su finca, frente a ventanales que dan a un parque, un hombre lee una novela en cuyos últimos capítulos un hombre y una mujer se citan en una cabaña y ultiman detalles convenientes para asesinar al esposo. El personaje recorre puntualmente la alameda y las habitaciones hasta alcanzar, puñal en mano, a quien lo está leyendo en la finca.

El tratamiento
El tono, es un tono exento de violencia. Magistralmente, a pesar de cernirse un asesinato (que no se sabe si se comete o no), las palabras fluyen con suavidad. Aunque sí existe tensión y uno quiere leer hasta el final, y el ritmo de lectura es muy agradable.
Cortázar usa en este cuento personajes que resultan fascinantes porque uno es real y dos son ficticios (personajes de novela). Usa un recurso como el espejo que se refleja en el espejo: leo que leo.

El Narrador
El narrador es omnisciente (en tercera persona gramatical)
Lo ve todo, es una especie de dios que puede estar en varios lugares. Sabe todo.

Estructura
Clímax: La alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron.
Desenlace: …la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.

Los espacios del cuento
a) El aire libre, el monte, el parque, la alameda.
b) El estudio de la finca, luminoso, con ventanales, el sillón de terciopelo, la atmósfera de libros.


¿Por qué se llama Continuidad de los parques?
Porque en la alameda (irreal) y en el parque de robles (real), es en donde se interceptan los dos planos del cuento. El personaje (amante) entra en la alameda, y cuando sale, ya es un ser real que está en el parque de los robles.


Los dos planos del cuento
a) Un plano es la novela, los personajes que son amantes secretos y a pesar de la resistencia aparente de ella, planean asesinar a su esposo.
b) El otro plano es el ambiente de la finca, cuyo dueño es aficionado a leer y ahora, lee una novela.


La parte sumergida del iceberg
El cuento cuenta cómo pueden empatarse la realidad y la ficción. Un hombre que lee una novela, sin saberlo, se intuye que está atravesando la misma experiencia del personaje que se menciona de forma implícita en lo que lee, (no sabemos si en los capítulos anteriores, se habló de él de manera explícita): ser engañado por su esposa. Ella quiere obtener su libertad eliminándolo. Muchas veces podremos atisbar la realidad mediante la lectura, tal y como dice Flannery O’Connor, que la persona que lee para edificarse, debería leer novela para aprender más sobre la vida.
Por otro lado, el personaje real, el dueño de la finca, que regresa a ella en tren y retoma la lectura de su novela, nos muestra un tipo entrañable, una figura serena, ordenada y perseverante que termina lo que empieza, que despacha sus asuntos, que no quiere que le interrumpan, que tiene una biblioteca en la finca, un estudioso. Pero muy probablemente viejo, o mal amante. Aunque nunca se dice que tiene esposa, lo que le pasa a este personaje real, es lo mismo que le pasa al personaje implícito de la novela que lee, pero Cortázar, no lo explica, lo deja a la imaginación del lector.


El Tema
El tema es la infidelidad, la ingenuidad de las personas al no darse cuenta lo que les pasa, hasta que lo descubren y es demasiado tarde.

martes, 14 de julio de 2009



ENTREVISTA: UN CEREBRO CENTENARIO Rita Levi-Montalcini PREMIO NOBEL DE MEDICINA
"Cuando ya no pueda pensar, quiero que me ayuden a morir con dignidad"
MIGUEL MORA 18/04/2009
El 22 de abril cumple 100 años Rita Levi-Montalcini. La científica italiana, premio Nobel de Medicina, soltera y feminista perpetua -"yo soy mi propio marido", dijo siempre- y senadora vitalicia produce todavía más fascinación cuando se la conoce de cerca. Apenas oye y ve con dificultad, pero no para: investiga, da conferencias, ayuda a los menos favorecidos, y conversa y recuerda con lucidez asombrosa.
Sobrada de carácter, deja ver su coquetería en las preciosas joyas que luce, un brazalete que hizo ella misma para su gemela Paola, el anillo de pedida de su madre, un espléndido broche también diseñado por ella. Desde sus ojos verdes vivísimos, Levi-Montalcini escruta a un reducido grupo de periodistas en la sede de su fundación romana, donde cada tarde impulsa programas de educación para las mujeres africanas.
Por las mañanas visita el European Brain Research Institute, el instituto que creó en Roma, y supervisa los experimentos de "un grupo de estupendas científicas jóvenes, todas mujeres", que siguen aprendiendo cosas sobre la molécula proteica llamada Factor de Crecimiento Nervioso (NGF), que ella descubrió en 1951 y que juega un papel esencial en la multiplicación de las células, y sobre el cerebro, su gran especialidad. "Son todas féminas, sí, y eso demuestra que el talento no tiene sexo. Mujeres y hombres tenemos idéntica capacidad mental", dice.
Con ella está, desde hace 40 años, su mano derecha, Giuseppina Tripodi, con quien acaba de publicar un libro de memorias, La clepsidra de una vida, síntesis de su apasionante historia: su nacimiento en Turín dentro de una familia de origen sefardí, la decisión precoz de estudiar y no casarse para no repetir el modelo de su madre, sometida al "dominio victoriano" del padre; el fascismo y las leyes raciales de Mussolini que le obligaron a huir a Bélgica y a dejar la universidad; sus años de trabajo como zoóloga en Misuri (Estados Unidos), el premio en Estocolmo -"ese asunto que me hizo feliz pero famosa"-, sus lecturas y sus amigos (Kafka, Calvino, el íntimo Primo Levi), hasta llegar al presente.
Sigue viviendo a fondo, come una sola vez al día y duerme tres horas. Su actitud científica y vital sigue siendo de izquierdas. Pura cuestión de raciocinio, explica, porque la culpa de las grandes desdichas de la humanidad la tiene el hemisferio derecho del cerebro. "Es la parte instintiva, la que sirvió para hacer bajar al australopithecus del árbol y salvarle la vida. La tenemos poco desarrollada y es la zona a la que apelan los dictadores para que las masas les sigan. Todas las tragedias se apoyan siempre en ese hemisferio que desconfía del diferente".
Laica y rigurosa, apoya sin rodeos el testamento biológico y la eutanasia. Y no teme a la muerte. "Es lo natural, llegará un día pero no matará lo que hice. Sólo acabará con mi cuerpo". Para su centenario, la profesora no quiere regalos, fiestas ni honores. Ese día dará una conferencia sobre el cerebro.
Pregunta. ¿Cómo es la vida a los cien años?
Respuesta. Estupenda. Sólo oigo con audífono y veo poco, pero el cerebro sigue funcionando. Mejor que nunca. Acumulas experiencias y aprendes a descartar lo que no sirve.
P. ¿Se arrepiente de no haber tenido hijos?
R. No. Era adolescente cuando decidí que nunca me casaría. Nunca habría obedecido a un hombre como mi madre obedecía a mi padre.
P. ¿Recuerda el momento en que decidió estudiar? ¿Qué dijo su padre?
R. Era el periodo victoriano. Mi padre era una persona de gran valor intelectual y moral, pero un victoriano. Desde niña estaba contra eso, porque veía a mi padre dominar todo, y decidí que no quería estar en un segundo plano como mi madre, a la que adoraba. Ella no mandaba. Dije a mi padre que no quería ser ni madre ni esposa, que quería ser científica y dedicarme a los otros, utilizar las poquísimas capacidades que tenía para ayudar a los que necesitaban. Que quería ser médica y ayudar a los que sufrían. Él me dijo: "No lo apruebo pero no puedo impedírtelo".
P. ¿Qué momentos de su vida han sido más emocionantes?
R. El descubrimiento que hice, que hoy es más importante que entonces. Cuando cada experimento confirmaba mi hipótesis, que iba completamente contra los dogmas de ese tiempo, viví momentos emocionantes. Quizás el más emocionante. Por el resto, el reconocimiento de Estocolmo me dio mucho placer, claro, pero fue menos emocionante.
P. Su tesis demostró que, de los dos hemisferios del cerebro, uno está menos desarrollado que el otro.
R. Sí, el cerebro límbico, el hemisferio derecho, no ha tenido un desarrollo somático ni funcional. Y, desgraciadamente, todavía hoy predomina sobre el otro. Todo lo que pasa en las grandes tragedias se debe al hecho de que este cerebro arcaico domina al de la verdadera razón. Por eso debemos estar alerta. Hoy puede ser el fin de la humanidad. En todas las grandes tragedias se camufla la inteligencia y el razonamiento con ese instinto de bajo nivel. Los regímenes totalitarios de Mussolini, Hitler y Stalin convencieron a las poblaciones con ese raciocinio, que es puro instinto y surge en el origen de la vida de los vertebrados, pero que no tiene que ver con el razonamiento. El peligro es que aquello que salvó al australopithecus cuando bajó del árbol siga predominando.
P. En cien años usted ha conocido esos totalitarismos. ¿Cómo se puede evitar que vuelvan?
R. Hay que comenzar en la infancia, con la educación. El comportamiento humano no es genético sino epigenético, el niño de dos o tres años asume el ambiente en el que vive, y también el odio por el diferente y todas esas cosas atroces que han pasado y que pasan todavía.
P. ¿Qué aprendió de sus padres? ¿Qué valores le transmitieron?
R. Lo más importante era comportarse de una manera razonable, saber lo que vale de verdad. Tener un comportamiento riguroso y bueno, pero sin la idea del premio o el castigo. No existía la idea del cielo y el infierno. Éramos religiosos, pero la actitud ante la vida no tenía que ver con la religión. Existía el sentido del deber, pero sin compensación post mortem. Debíamos comportarnos bien, eso era una obligación. Entonces no se hablaba de genética, pero era ese espíritu. Sin premio ni miedo.
P. Su origen es sefardí. ¿Hablaban español en casa?
R. No, nunca tuvimos mucha relación con esa lengua. Sabíamos que veníamos de la parte sefardí y no de la askenazi, pero no se hablaba de ello, no nos importaba mucho ser de una u otra. Spinoza me hacía feliz, era un gran referente cultural, y todo lo que sabíamos procedía de los grandes pensadores hebreos, pero no había un sentido de orgullo, de ser mejores, nunca pensamos así.
P. ¿Basta un siglo para comprender a Italia?
R. Es un país maravilloso, por el clima, por la historia del Renacimiento, y por sus enormes contribuciones, su historia formidable de capacidad y descubrimientos. Me sentí siempre judía e italiana, las dos cosas al 100%. No veía dificultad en eso.
P. ¿Cómo ve a Italia hoy?
R. Tiene un fortísimo capital humano, capacidad innovadora y de convivencia, orgullo del pasado, y no se siente demasiado afectada por las cosas negativas, como la mafia. Siempre sentí que era un país del que era una suerte formar parte y haber nacido. Ser italianos era parte de nosotros, nadie nos preguntaba si éramos italianos o no. También era una suerte ser judía. No conocí la Biblia, no tuve una educación religiosa, y me reflejaba en el capital artístico y moral italiano y judío. No pertenecí a una pequeña minoría perseguida, sabía que eso ocurría, pero no me sentía parte de ello. Desde niña me sentía igual que los demás. Cuando me preguntaban "¿cuál es tu religión?", contestaba: "Yo, librepensadora", y nadie sabía qué era eso. Y tu padre qué es: ingeniero.
P. ¿Cómo vivió el fascismo?
R. No siento rencor personal. Sin las leyes raciales, que determinaron que los judíos éramos una raza inferior, no hubiera tenido que recluirme en mi habitación para trabajar, en Turín y luego en Asti. Pero nunca me sentí inferior.
P. ¿Así que no sintió miedo?
R. Miedo, no; desprecio y odio sí, netamente por Mussolini. A mi profesor Giuseppe Levi lo seguí paso a paso y era feliz por lo que él valientemente osaba hacer y decir. Nunca sentí la persecución porque mis compañeros de universidad católicos me consideraban igual. Y no tuve sensación de peligro. Cuando empezaron las persecuciones, eran tan inmundas las cosas que se decían que no me daba por aludida. Estaba ya licenciada en 1936, había estudiado con Renato Dulbecco, católico, y Salvatore Luria, judío, y no tenía sensación de ser distinta.
P. ¿Cree que hay peligro de que vuelva el fascismo?
R. Sí, en los momentos críticos prevalece más la componente instintiva del cerebro, que se camufla de raciocinio y anima a los jóvenes a razonar como si fueran parte de una raza superior.
P. ¿Ha seguido la polémica sobre el Papa, los preservativos y el sida?
R. No comparto lo que ha dicho.
P. ¿Y qué piensa del poder que tiene la Iglesia? ¿Es demasiado?
R. Sí. Fui la primera mujer admitida en la Academia Pontificia y tuve una buena relación con Pablo VI y con Wojtyla, también con Ratzinger, aunque menos profunda que con Pablo VI, al que estimaba mucho. No la tuve en cambio con aquel considerado el Papa Bueno, Roncalli (Juan XXIII), que para mí no era bueno, porque era muy amigo de Mussolini y cuando comenzaron las leyes antifascistas dijo que había hecho un gran bien a Italia.
P. ¿Ha cambiado mucho su pensamiento a lo largo de la vida?
R. Poco, poco. Siempre pensé que la mujer estaba destruida porque el hombre imponía su poder por la fuerza física y no por la mental. Y con la fuerza física puedes ser maletero, pero no un genio. Lo pienso todavía.
P. ¿Le importó alguna vez la gloria?
R. Para mí, la medicina era la forma de ayudar a los que no tenían la suerte de vivir en una familia de alto nivel cultural como la mía. Esa línea recta no ha cambiado. La actividad científica y la social son la misma cosa. La ayuda a las mujeres africanas y la medicina son lo mismo.
P. ¿El cerebro sigue siendo un misterio?
R. No. Ahora es mucho menos misterioso. El desarrollo de la ciencia es formidable, sabemos cómo funciona desde el lado científico y tecnológico. Su estudio ya no es un privilegio de los expertos en anatomía, fisiología o comportamiento. Los anatomistas no han hecho gran cosa, quitando algunos. Ahora ya no hay barreras. Físicos, matemáticos, informáticos, bioquímicos y biomoleculares, todos aportan cosas nuevas. Y eso abre posibilidades a nuevos descubrimientos cada día. Yo misma, a los 100 años, sigo haciendo descubrimientos que creo importantes sobre el funcionamiento del factor que descubrí hace más de 50 años.
P. ¿Hará fiesta de cumpleaños?
R. No, me gustaría ser olvidada, ésa es mi esperanza. No hay culpa ni mérito en cumplir 100 años. Puedo decir que la vista y el oído han caído, pero el cerebro no. Tengo una capacidad mental quizá superior a la de los 20 años. No ha decaído la capacidad de pensar ni de vivir...
P. Díganos el secreto.
R. La única forma es seguir pensando, desinteresarse de uno mismo y ser indiferente a la muerte, porque la muerte no nos golpea a nosotros sino a nuestro cuerpo, y los mensajes que uno deja persisten. Cuando muera, solo morirá mi pequeñísimo cuerpo.
P. ¿Está preparada?
R. No hace falta. Morir es lógico.
P. ¿Cuánto desearía vivir?
R. El tiempo que funcione el cerebro. Cuando por factores químicos pierda la capacidad de pensar, dejaré dicho en mi testamento biológico que quiero ser ayudada a dejar mi vida con dignidad. Puede pasar mañana o pasado mañana. Eso no es importante. Lo importante es vivir con serenidad, y pensar siempre con el hemisferio izquierdo, no con el derecho. Porque ése lleva a la Shoah, a la tragedia y a la miseria. Y puede suponer la extinción de la especie humana.

lunes, 13 de julio de 2009

INTRODUCCION


Estimados Alumnos:


Es un placer para nosotros anunciar la creación del blog Diplomado en Creación Literaria, a través del cual cada uno de ustedes podrá subir sus trabajos en los módulos que restan. Para facilitar a ustedes el uso del blog....